Miedo es lo que asegura tener Jank Curbelo, el joven periodista cubano que ha escrito esta especie de “Carta a la PNR”; un espejo de la Cuba actual.
Jesús Jank Curbelo, joven periodista cubano que colabora regularmente con el proyecto independiente Periodismo de Barrio, ha escrito para Hypermedia Magazine un texto titulado Querida PNR, en el cual expone algunas de sus dudas con respecto a la Policía Nacional Revolucionaria, la misma que años antes se inundaba de gestos y frases como “Policía, policía, ¿tú eres mi amigo?” en la televisión cubana. A toda hora.
Sin embargo, mucho tiempo ha pasado desde aquella frase que casi se cantaba en las calles, y si nos enfocamos en la memoria presente, la imagen que de la policía tienen los cubanos no es muy “halagüeña” que digamos.
Dejando a un lado las golpizas protagonizadas cuando los sucesos del Mariel, o las detenciones y requisas arbitrarias en la calle en los 90´contra jóvenes de la raza negra fundamentalmente; dejando a un lado las “deportaciones expréss” al oriente del país a los ciudadanos de Santiago de Cuba, Guantánamo, Granma, Las Tunas y Holguín “sorprendidos” en la capital sin “status migratorio regular”; para muchos, el estereotipo del policía mal preparado, poco educado, que actualmente tienen los cubanos de los oficiales de la PNR es más que justificado.
A ello súmsele el hecho indiscutible que, todo el mal accionar de la policía -que no es poco- jamás es expuesto de modo transparente en la prensa cubana. Ni oficial ni alternativa. Unos por falta de indicaciones “de arriba”; otros por falta de pruebas, testimonios, que se reducen muchas veces a una palabra: miedo.
Miedo es lo que asegura tener Jank Curbelo, el joven periodista cubano que ha escrito esta especie de “Carta a la PNR”.
“La verdad es que no me siento a salvo en ningún lugar donde haya policías”
“No me siento a salvo en ningún lugar donde haya una persona más fuerte que yo, porque siento que dependo de su bondad hacia mí, de sus ganas de no dañarme. Y cualquier desacuerdo entre esa persona y yo solo podría ser resuelto por la justicia. Ahora, si esa persona se siente dueño y jefe de la ley, porque el poder la protege, entonces hay caos,” expresa el joven y párrafos adelante narra sucesos graves que atañan a los miembros de la PNR y que sin dudas constituyen una mancha en el uniforme.
a) muerte del joven Hansel Ernesto a manos de un policía en Guanabacoa
b) violación de dos menores de edad en Marianao a manos de dos policías. Un hecho que Jank Curbelo lo resume así: “Ningún medio estatal mencionó el caso”
c) policía filmado tomándole fotografías a gente que se encontraba en una cola que protestaba por el reguero y por la insuficiencia.
Asegura el joven periodista cubano Jank Curbelo que ese mismo policía, “el día anterior empujó a una mujer en esa tienda; y una semana atrás, empujó a un hombre que lo filmaba con su teléfono móvil mientras le echaba guapería al mundo”. Y añade: “La última vez que pasé por la tienda ese policía cuidaba la puerta.”
Revela Jank Curbelo que la última vez que le detuvieron por hacer periodismo, mientras registraban sus pertenencias sin su autorización, un teniente coronel le soltó: “Aquí la ley soy yo”.
El colmo del paroxismo llega con un testimonio de escándalo: una mujer en Santiago de Cuba que se acaba de hacer santo y estaba vestida de iyabó, fue detenida y la acusaron de pertenecer al movimiento opositor de las Damas de Blanco.
“A un amigo roquero lo detuvieron mientras corría detrás del P11 con su guitarra. Dijeron que se la había robado. Lo tuvieron horas en una estación, porque no tenía los papeles de la guitarra,” relata Jank Curbelo más adelante, justo antes de contar como a un amigo afrocubano lo detuvieron cinco días, cabeza partida por un oficial de la PNR primeramente, porque usa dreadlocks y “porque pensaron que yo era rastafari, ‘y los rastafaris son elementos sin vínculo laboral, que fuman droga, deplorable conducta ciudadana, etc.’.
“Nada pasa con esos policías cuando fallan. Nada pasa con el “pueblo enardecido” que le canta a Bertha Soler: “Aé, la chambelona / Bertha no tiene madre porque la parió una mona”. Nada pasa con el “pueblo enardecido” que comenta en Cubadebate que Hansel Hernández murió como debía, y que es una alimaña menos que alimentar”.
PD: Jesús Jank Curbelo fue el mismo periodista que escribió la crónica para el diario Granma sobre el niño y el busto de Martí que se hizo viral en Cuba y se reprodujo (la historia) en no pocos diarios del extranjero.
por Roberto A.
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