La pequeña Kelly Ann nunca volvió a alegrar la casa, pero al menos su familia tendrá el consuelo de conocer quién fue el hombre que le arrebató la vida hace casi 40 años en Estados Unidos.

Las autoridades informaron que una nueva técnica de prueba genealógica ayudó a identificar al responsable en el caso de violación y asesinato de la niña secuestrada en Columbus, en 1982, cuya identidad permanecía sin confirmar, pese a las sospechas.

“No hay palabras para expresar nuestra profunda gratitud para ustedes”, afirma un comunicado de la familia, dado a conocer cuando se supo la noticia.

El lejano 20 de septiembre de ese año estremeció al hogar de los Prosser por la desaparición de Kelly Ann, la inocente niña de 8 años secuestrada, quien fue raptada en el trayecto de la escuela primaria a su casa.

El cuerpo sin vida de la menor fue hallado el 22 de ese propio mes en un campo de maíz del condado de Madison, con visibles señas de haber sido golpeada, agredida sexualmente y estrangulada hasta provocarle la muerte, cuenta el reporte USA Today.

Las autoridades no desistieron nunca de hallar al responsable de los atroces hechos, y por eso trabajaron con una compañía que aplica las nuevas técnicas de prueba genealógica. Sin estos adelantos los familiares todavía vivirían con la terrible duda de no conocer a quién destruyó sus vidas.

Finalmente, Harold Warren Jarrell fue identificado como el autor, aunque el consuelo no será mayor para los Prosser porque el criminal murió en 1996 en Las Vegas, y no sentirá todo el peso de la justicia.

En el historial de Warren Jarrell pesaban antecedentes similares, pues fue condenado por un secuestro en 1977 y, por desgracia, liberado en el año en que cometió el asesinato de la niña en Columbus.

“Nuestra familia ha pasado muchos años esperando que se resuelva el asesinato de Kelly Ann”, añade el comunicado, al tiempo que recuerdan otros casos como este, aún sin resolver, y que dejaron hogares devastados.

“Aquellos que han sufrido el asesinato de un ser querido saben cuán devastador puede ser esperar respuestas. Tampoco somos la única familia que se ha quedado despierta por la noche esperando y rezando para que su hijo desaparecido regrese a casa sano y salvo”, expresa la nota.

Gracias a esta técnica, muchos casos de asesinatos que permanecían archivados han sido finalmente resueltos pese al paso de los años, brindando algo de paz a los familiares de las víctimas.

Omar Cortázar

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