El vandalismo y el saqueo continuaron en todo el país durante las protestas, mientras la policía se defiende con gases lacrimógenos y hasta balas de goma.

Sin que aún se haya establecido un balance preliminar de daños a nivel nacional, las protestas que tuvieron lugar principalmente este fin de semana en todos los EE.UU. tuvieron un detonante único: RACISMO.

Son días, semanas, meses, años, siglos acumulados de explotación, algo que nunca persona blanca ha sentido en su “árbol familiar”, acumulados; que a algunos los lleva a protestar pacíficamente, y a otros de la manera incorrecta, mediante la violencia.

Que algo le quede claro a estos manifestantes: los policías, muchos, la gran mayoría están de su lado en esta lucha. Prueba de ello la dieron los policías de Miami el pasado sábado cuando, pusieron rodilla en tierra en señal de respeto ante los protestantes en el Downtown, un hecho simbólico que provocó abrazos y agradecimientos, aunque no pudo impedir escenas de vandalismos en el mercado del Bayside.


Las protestas por la muerte de George Floyd arrojaron este lunes temprano en la mañana 4.100 arrestos reportados; y hasta el momento, un fallecido, en Louisville, Kentucky.

En Minneapolis, estado donde tuvo lugar el fatídico incidente con Floyd, tuvo lugar otra noche de disturbios, mientras los manifestantes y la policía se enfrentaron en todo Estados Unidos por sexta noche consecutiva.

Ni siquiera el anuncio del gobernador Tim Walz de que el fiscal general del estado, Keith Ellison, encabezaría la acusación en el caso Floyd, ha calmado a los manifestantes.

En medio del complejo escenario de las protestas, el vandalismo y el saqueo continuaron en todo el país, al igual que el uso de gases lacrimógenos y balas de goma por parte de la policía en enfrentamientos con los manifestantes. En Minneapolis, un camión arrolló a un grupo de manifestantes pacíficos en la Interestatal 35. El conductor del camión fue detenido, pero no antes de que quienes protestaban lo sacaran de la cabina del camión. El conductor fue llevado al hospital con heridas leves.

En Atlanta, Georgia, dos policías fueron despedidos luego de ser acusados ​​de uso excesivo de la fuerza contra dos estudiantes universitarios a los que sacaron por la fuerza de su auto, y dispararon con la llamada pistola Taser. Otros tres policías están siendo investigados por el mismo incidente.


“Entendemos que nuestros oficiales están trabajando muchas horas bajo una enorme cantidad de estrés”, dijo la alcaldesa Keisha Lance Bottoms luego de ver el video del violento arresto, y añadió: “Pero también entendemos que el uso de fuerza excesiva nunca es aceptable”.

por Roberto A.

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