Francisco Silva Herrera, director general de Ventas de Mercancías del Ministerio de Comercio Interior (MINCIN), informó a la Agencia Cubana de Noticias, que gracias a la fórmula de distribuir el jabón por la archiconocida, vilipendiada y venerada Libreta de Abastecimiento, se garantizó el jabón de lavar y el de tocador en las 12.767 bodegas de todo el país durante todo el mes de abril.

De esta verdad de Perogrullo podemos sacar una enseñanza; o dos: La medida llegó para quedarse; la Libreta de Abastecimiento seguirá per saecula saeculorum.

Según explicó el funcionario a la Agencia Cubana de Noticias (ACN), las cantidades que disponen de jabón en el país, permiten mantener su venta en el presente mes de mayo si se mantiene el método de la Libreta para adquirirlo. Silva Herrera dijo que se decidirá qué hacer para fechas posteriores de acuerdo a los suministros existentes.

Si alguien tenía esperanzas de que la Libreta desapareciera, las enseñanzas aportadas por los artículos que integran el citado módulo de aseo, como la pasta dental y el detergente líquido, nos dejan convencidos que ese objeto rectangular hecho de cartulina, y lleno de hojas cuadriculadas en su interior, estará acompañando la vida de los cubanos por unos cuantos años más. Mientras Cuba se mantenga firme a la fórmula socialista de distribuir equitativamente los bienes adquiridos, los cubanos dormiremos con la Libreta de Abastecimiento a buen resguardo en la cocina; encima del refrigerador, o dentro de una jaba, en el viandero del patio (como se hacía en mi casa).

Silva Herrera recalcó que no está previsto cerrar las bodegas, sino todo lo contrario. Mantendrán su función para que la población adquiera los productos por su núcleo y se eviten las aglomeraciones.

“Estamos insistiendo en ordenar el proceso de comercialización, así como en incrementar la cantidad de mensajeros y llegar con factores de la comunidad y trabajadores del comercio a ancianos que vivan solos”, añadió.

Una funcionaria de un nombre incómodo y raro, Marpesa Portal, directora de ventas minoristas del MINCIN, explicó al diario Granma que la venta de estos módulos de aseo – entre el que destaca el jabón y la pasta dental – por la Libreta de Abastecimiento, se aprobó a finales de marzo, como forma de acabar con el acaparamiento y la especulación con estos insumos. La crisis con el coronavirus ha agravado la situación, porque ha incentivado en las personas de este planeta, que habrá escasez de artículos de primera necesidad, incluso en países del llamado Primer Mundo, donde el despelote protagonizado en tiendas durante el mes de marzo por el Papel Sanitario, era cosa no vista nunca antes, semejante a los Black Friday anuales, en noviembre.

En Cuba, se ha hecho sintomático desde enero las colas para poder adquirir en las tiendas algunas unidades de jabones, pasta dental y detergentes.

Las autoridades de la isla continúan responsabilizando del desabastecimiento a los revendedores y a las sanciones económicas impuestas por el gobierno de Estados Unidos, y como quiera que el espíritu acaparador y de supervivencia del ser humano no puede ser restringido por órdenes en tiempos de pandemia y miseria, y como quiera que los EE.UU. parecen designados por la providencia para seguir con su política férrea hacia Cuba, a las autoridades cubanas no les ha quedado otra opción que esa: suspender para siempre la venta de jabón de manera liberada.

Solo se comercializará de forma controlada como parte de los módulos de aseo que el gobierno está ofreciendo a la población por la libreta de abastecimientos, y sin subsidios.

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