La propietaria del restaurante de comida callejera en Toronto mantiene su local cerrado al público, pero abierto para hacer entregas que no solo incluyen clientes hambrientos que realizan pedidos desde sus casas, sino que también cocina gratuitamente para hospitales.
A través de organización sin fines de lucro Adhika, Diona Joyce trabaja para crear conciencia, orgullo y recursos para las comunidades filipino-canadienses. Por ese motivo lanzaron una campaña a la que nombraron Feed the Frontline, que espera entregar comidas a los trabajadores que están en primera línea de combate contra el coronavirus. Por cada $ 5 dólares canadienses recaudados, Feed the Frontline entrega una comida a un trabajador de un hospital de la llamada Área del Gran Toronto (GTA)
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Las primeras 200 comidas entregadas fueron asumidas por el restaurante y la organización que ha recaudado $ 3,000 dólares canadienses hasta la fecha, y Feed the Frontline ha entregado 523 comidas.
Las donaciones se pueden hacer a través de su página de Facebook o en el sitio web directamente. Una de las copropietarias también ha estado publicando publicaciones en su Instagram pidiendo donaciones.
La primera recaudación de fondos comenzó el 31 de marzo, cuando Joyce decidió que quería entregar comidas frescas y saludables de su restaurante a los trabajadores de atención médica de primera línea en cualquiera de los hospitales del GTA.
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Kanto, que así se llama su restaurante está ubicado en Bathurst y Dundas, frente al Toronto Western Hospital. Joyce notó que muchos trabajadores de la salud vendrían al restaurante diciendo, “queremos un poco de arroz”, para comer rápidamente y marcharse luego a seguir trabajando.
“Cuando se nos ocurrió la idea [tenía que ser] una comida con arroz”, dijo Joyce. “Hay proteínas y un poco de verduras, en una comida muy reconfortante”, expresó la caritativa mujer, que dice haberse dado cuenta de que los trabajadores de primera línea necesitaban más que un refrigerio.
“Puedes ver sus caras, están muy cansados. Desearía poder hacer más. Cuando traes algo que no es lo habitual o algo fuera de lo común, ves sus caras, que quiere decirte simplemente “Gracias, eso no tiene precio.”
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Joyce y su equipo, dice Angeles, están trabajando muy duro, y no han tenido un descanso desde que comenzó la iniciativa.
“Esto es lo menos que podemos hacer por ellos”, dijo Joyce.
“Ya sabes, para alegrarles el día de alguna manera, de alguna manera. Solo una comida hace una gran diferencia ”.
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