Lo tuvo en cuarto y en quinto puesto durante dos meses, luego lo tuvo en acecho y finalmente fue sobrepasado. Sin posibilidad alguna de alcanzarle, a Bernie Sanders no le quedó más remedio que retirarse – primero – de la carrera por el cupo demócrata a la presidencia de los EE.UU., y endorsar a Joe Biden después, tras una larga semana sin hacerlo.
Sí, ya se sabe que Joe Biden es el futuro rival de Donald Trump en noviembre, y acaba de ser respaldado por su rival más fuerte: Bernie Sanders.
Del resto, queda por especular si habrá votaciones o no en noviembre, y el responsable de que esto ocurra no será ni Trump ni Biden; ni republicanos ni demócratas, sino el COVID-19, pero ya por lo menos tenemos perfilados los rivales y los apoyos. ¿Quién ganará? Solo Dios lo sabe.
Lo que sí sabemos hoy es que Bernie Sanders le dio par de palmaditas en la espalda a Joe Biden, y vaya si la mesa ha quedado servida. Esto, aunque no es Netflix lo parece; Biden fue la figura central del supuesto chantaje por parte de Trump al presidente de Ucrania. Trump quería quitárselo de encima – dicen – pero no pudo; Biden, ahora, tiene en sus manos la posibilidad de derrotar al hombre que intentó bajarlo del burro sin tan siquiera él haber puesto un pie en el estribo, y eso no es todo.
Joe Biden viene de ser el vicepresidente durante 8 años de una nación liderada por Barack Obama. Esto, parece vendettta aunque Biden no lo haya dicho. ¿Es más glamoroso derrotar a Trump con el último legionario de la caballería de Obama? Puede que sí, y sin dudas a los demócratas le sentará de perilla tener un viejo político como líder en un momento tan difícil para la nación; un hombre con experiencia, un hombre tantas veces señalado como “clave” por el propio Barack Obama; un vicepresidente que llegó en plena crisis, 2008, y abandonó su puesto con la frente en alto.
Sin dudas, en tiempos de incertidumbre con el COVID-19, nada mejor para los demócratas que tener un hombre con experiencia y fogueo en los vericuetos de la política, la economía y la sociedad norteamericana.
Muchos dicen que Biden es “la respuesta” que necesita América hoy, pero hoy no tenemos la vacuna contra el COVID-19, y es el COVID-19 el que tiene a la economía norteña cuesta abajo – Dow Jones hoy cayó 600 puntos – y si antes de noviembre, tenemos la vacuna y la economía comienza a vencer peldaños cuesta arriba, es difícil que tenga una oportunidad para derrotar el elefante.
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