“O salimos de la crisis y la escasez o nos fajamos con el coronavirus, pero las dos es demasiado”, dice uno de los cubanos entrevistados
Cuba confirmó hace pocas horas un nuevo caso de coronavirus de un hombre residente en la provincia de Villa Clara. Con este suman cuatro los pacientes positivos a la enfermedad en la pequeña isla caribeña.
Ante la realidad, el gobierno pretende hacer creer que las condiciones están creadas para enfrentar la pandemia cuando las carencias en un momento tan decisivo como este se notan más que nunca.
En los centros de trabajo y las escuelas se ha destinado personal para controlar las sintomatologías de quienes entran y salen. Por los pasillos dedican murales a recalcar las conductas a seguir ante cualquier contagio. En las tardes se imparten capacitaciones a todos los niveles buscando la preparación ciudadana y los medios de prensa dedican artículos a cómo tratar el virus y qué sería lo correcto en caso de contagio.
Sin embargo, entre los cubanos se percibe mucha desconfianza. “No estoy seguro de que podamos salir de esta”, dice Raimundo Ortega, preocupado. “O salimos de la crisis y la escasez o nos fajamos con el coronavirus, pero las dos es demasiado”.
Una de las principales medidas orientadas a nivel mundial es el lavado sistemático de las manos. Pero, ¿cómo se podrá cumplir con la higiene en un lugar que hace meses no tiene jabón para la población?
“En la reunión nos dijeron que el lavado de las manos debe durar 20 segundos. ¿Con qué? En la calle no encuentras un lugar público con agua en la pila y con la situación del aseo se hace difícil hasta salir con un jabón en el bolso porque o te bañas o te lavas las manos”, comenta Felicia.
Alberto Luis cuenta que salió en busca de algunos artículos de limpieza. “La tienda Agua y Jabón de la calle 23 está cerrada por reparaciones. Las servilletas, los geles de baño y los desinfectantes no se venden en más ningún lugar que no sean esos comercios especializados que creyeron oportuno construir justo por estos días”.
Muchos cubanos se encuentran desesperados. Las calles comienzan a llenarse de familias en busca de víveres “por si la cosa se pone mala”. Pero el resultado continúa siendo el mismo. Las colas por el pollo son apoteósicas en los lugares donde sacan. En otros puntos, la mayoría, las neveras permanecen vacías.
“Es duro saber que de un momento a otro todo puede cambiar y no vas a tener siquiera con qué alimentar a tus hijos. Tuve que comprar varios paquetes de salchicha a sobreprecio porque se había acabado lo demás en la tienda. Una enfermedad no se sobrepasa con hambre y la población cubana lleva meses pasándolo mal”, declara Julio Castro.
Aunque ya se ha desmentido por especialistas, una de las recomendaciones que corre de boca en boca entre los cubanos para combatir el coronavirus es el mantenimiento del cuerpo con alimentos y bebidas calientes. “Viviremos a base de té de menta porque con el caldo o los ajiacos no se puede contar”, señala Ana Luisa, de 60 años. “Lo fundamental, que es la proteína, no está; las viandas también se esfumaron de los agromercados. Por tanto, mucho cocimiento como en la manigua, eso es lo que toca”.
Los medicamentos son otra historia. La industria farmacéutica lleva un período de escasez elevado. El polivit, la dipirona y la vitamina C, principales fármacos para combatir las gripes, están en falta. “El blíster de dipirona lo encontré a 20 pesos porque en la farmacia no había entrado. Ojalá se les encienda el bombillo o el pueblo comenzará a protestar en breve”, afirma Olga.
La Empresa Electroquímica de Sagua la Grande es la encargada de suministrar hipoclorito de sodio. Según los directivos el acceso a este producto se tendrá de manera regular en todas las instituciones donde haga falta.
“Eso solo lo están dejando para los centros públicos. Para protegerse en las casas no han brindado nada, deberían donarlo por núcleo familiar y no perder tanto el tiempo en otras peripecias”, opina Lisandra Gálvez.
El pueblo está consciente de que el país no tiene condiciones para salir airoso de esta situación. Mientras tanto, continúa la afluencia de turistas por las terminales 2 y 3 del aeropuerto José Martí y con ello las posibilidades de que los casos de coronavirus continúen aumentando.
“Yo espero que cuando el gobierno se dé cuenta de las carencias no sea demasiado tarde”, exclama Odalis. “Lo que tenemos hoy no hace ni un cuarto de todo lo que nos hace falta”.
Vladia Rosa García