Con seis meses de diferencia ocurre nueva deportación masiva de cubanos desde Estados Unidos
Néstor Yglesias, portavoz del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), ha confirmado que las autoridades migratorias de Estados Unidos deportaron a 119 cubanos. Todos salieron en un único vuelo hacia La Habana el pasado viernes 28 de febrero, en la segunda deportación masiva desde que Donald Trump encabeza el gobierno.
El portavoz del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) no ofreció ningún otro detalle sobre los 119 cubanos deportados
La deportación masiva del pasado viernes, el último de febrero, sucede a la de agosto del 2019. En aquella ocasión, el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas precisaba en una nota oficial: “Los oficiales trasladaron a 120 ciudadanos cubanos a La Habana, Cuba, en una misión charter de ICE Air Operations (IAO). La operación de repatriación se realizó de acuerdo con la Declaración conjunta firmada por los gobiernos de Estados Unidos y Cuba el 12 de enero de 2017”.
De estos 120 deportados el 30 de agosto del pasado, de acuerdo con el documento emitido por ICE, 39 se habían resistido con anterioridad a ser deportados. Los funcionarios de Inmigración destacaban asimismo que en ese grupo figuraba “un individuo particularmente atroz”: era un delincuente reincidente, que no fue identificado, con condenas por secuestro en primer grado con el uso de un arma mortal, asalto sexual con el uso de un arma mortal y tráfico de sustancias controladas. Por estos delitos sumaba sentencias de 15 años, 25 años y 12 meses en prisión, respectivamente.
Durante el año fiscal de 2019, la administración Trump deportó a 1.179 cubanos. De acuerdo con observadores, “este número de cubanos deportados marca récord desde que fue firmado el acuerdo migratorio bilateral de 1984”. En 2018, 463 cubanos fueron deportados a la isla desde Estados Unidos.
Un artículo publicado en El Nuevo Herald refiere que “hasta el pasado 31 de agosto, más de 39 mil cubanos en los Estados Unidos enfrentaban órdenes de expulsión por condenas penales o violaciones de inmigración. La mayoría vive libremente bajo órdenes de supervisión, que requieren que se registren al menos una vez al año”.
