Lo ha informado el Ministerio de Comercio Interior: se elimina el pago en CUC en centros gastronómicos del Estado
Este 29 de febrero, el Ministerio de Comercio Interior de la isla (MINCIN) anunció a través de una nota oficial, que queda eliminado el pago en CUC en centros gastronómicos del Estado y se permitirá adquirir en CUP productos tales como cervezas, refrescos, agua, helados, confituras y bebidas alcohólicas.
“Con ello, además, se adecuan los servicios de la gastronomía a otros similares que prestan el resto de las unidades del Comercio Interno, dígase Palmares, Cimex y otras”, precisaba la información.
El tiempo de vida del CUC cada vez se acorta más en Cuba. Son varias las medidas estatales que evidencian que el tema de la dualidad monetaria está a punto de definirse. Sin embargo, “el estira y encoge” de las autoridades y medios oficiales conservan la incertidumbre entre la población. Esta nueva medida del MINCIN regula las transacciones en centros gastronómicos del Estado.
Según aseguró a Cubacomenta un dependiente de una de estas unidades de comercio en la capital, todos los productos conservarán su precio, solo que la conversión será por 25, tal y como ha sido hasta ahora en otros lugares.
“El refresco que antes costaba un CUC ahora costará 25 pesos en moneda nacional y así sucederá con el resto de las ofertas. Todos los centros que pondrán en práctica esta medida han tenido que aumentar la cantidad de pesos en las cajas contadoras para poder ofrecer un servicio óptimo”.
Para Nicolás Sergueiro, economista, la inminente muerte del CUC va siendo muy lenta y las políticas gubernamentales lo han demostrado. “Primero fue la introducción del peso cubano en las tiendas por divisas, hoy prácticamente todos estos establecimientos funcionan con dos monedas. Luego, la instauración de vueltos en CUP en algunos puntos donde la compra puede ser en cualquiera de las monedas y, ahora, esto de los espacios de comercio, donde queda derogado el también llamado “chavito”. Indiscutiblemente está siendo un período de pruebas, de ahí que las trasformaciones sean intermitentes y que la población se descoloque ante tanta inestabilidad. Lo que sí es seguro es que falta muy poco para que el peso cubano ocupe el único trono en la economía de la isla”.
Margarita Martínez entiende que las reformas en este sentido deben ser más homogéneas. “Te encuentras en una misma cuadra un Sylvain que solo acepta CUC y una tienda que recibe tanto uno como otro, pero que emite el vuelto únicamente en moneda nacional. Es muy confuso, la verdad”.
Manuel Hernández añade que esta medida por ahora no comprende a los espacios privados, donde la cifra del consumo sigue siendo entregada en CUC, aunque se admite el pago en cualquiera de las monedas.
Zaida Perdomo considera que estos cambios constituyen una disyuntiva para cubanos que no trabajan con el Estado y continúan recibiendo salarios en CUC, y para visitantes extranjeros que hacen cambios para esta misma moneda. “Tendrán que buscar una variante para poder acceder a los sitios que ahora quedan reservados solo para la moneda nacional”, opina.
“Soy dependienta de un bar privado en la capital y mi sueldo es en CUC. Sin embargo, cuando necesito comprar ciertos alimentos debo ir a un banco para hacer el cambio a moneda nacional. Antes me lo cambiaba cualquier persona pero ya la gente tiene miedo y procuran tener la menor cantidad posible de CUC”, cuenta Yailín Campos.
Ante tantas inseguridades, el pueblo tampoco confía plenamente en los bancos financieros. A pesar de que estas instituciones se comprometen en efectuar el cambio automático, en caso de que ocurra alguna trasformación repentina, la irregularidad en el servicio hace dudar.
Lucía Jerez
