Esta nueva medida de Comercio Interior, no convence. Los materiales de construcción, cuando se encuentren, solo se podrán pagar con tarjetas magnéticas u otro canal electrónico

Según anunció el Ministerio de Comercio Interior de Cuba (MINCIN) en su página oficial, desde este mes de marzo comenzará “el uso de tarjetas magnéticas u otro canal electrónico como únicos instrumentos de pago para la adquisición de productos en las tiendas de venta de materiales para la construcción”.

De acuerdo a la nota informativa, solo se permitirá el empleo de otros medios de pago a “beneficiados ante la ocurrencia de eventos meteorológicos por el periodo que se determine; y a los subsidiados y beneficiados con créditos bancarios aprobados desde el 2012 al 2019”.

La noticia del pago electrónico para materiales de construcción ha provocado sorpresa en la población, pues cada vez se amplía más el número de trámites a través de procedimientos electrónicos, sin que haya aún en la isla una infraestructura digital que garantice el éxito de estos procedimientos.

“Aunque ya habíamos sido advertidos sobre estas modificaciones, no fue hasta finales de febrero que nos dieron un fecha oficial para ponerlas en práctica. El tema de la vivienda, suele ser muy sensible, pues en la mayoría de los casos, las personas se encuentran en desventaja. Habrá que ver cómo resultan estas novedades, pues, si bien aumentan cada vez más las operaciones con tarjetas magnéticas, también crecen las insatisfacciones en cuanto a la lentitud del proceso y a las dificultades en la conexión, lo cual entorpece el funcionamiento del sistema y, resulta imposible, llevar el trámite a buen término”, dijo una de las trabajadoras del Banco Metropolitano en el municipio de San Nicolás, provincia Mayabeque.

A juicio de Víctor Gutiérrez, económico, esta alternativa, tiene una clara intención de tratar de reducir el número de fraudes y malversaciones que tienen lugar en el sector. “Tal y como ya han explicado algunos medios oficiales, el nuevo mecanismo está pensado para hacer más trasparente el proceso de compra y entrega de materiales para la construcción. No es secreto, que, hasta ahora, el sector de la vivienda, y específicamente estos trámites, han generado un negocio ilícito con el que, amparados por trámites burocráticos absurdos, se enriquecen muchos funcionarios y trabajadores. Lo más triste es que nada garantiza que ahora la cosa vaya a ser muy distinta. Los subsidiados y beneficiados seguirán estando autorizados a emplear otro tipo de formas de pago”.

La inestabilidad que ha caracterizado a las tiendas y establecimientos encargados de vender materiales de construcción ha incidido en que hoy sean muchos los afectados que aún no han podido reparar los daños que eventos meteorológicos ocurridos hace más de cuatro años dejaron en sus viviendas.

Así sucede con Niurka Cala, una señora que reside en Moa, provincia de Holguín, y vio desvanecerse una parte de su casa durante el huracán Mathews del pasado 2016. Luego, en 2017, arrasó el ciclón Irma y le dejó otros desastres que no ha podido solucionar. “Perdí la cuenta de cuántas veces he ido al rastro y no hay ladrillo, ni cemento, ni nada. Me han mandado a Vivienda, a las oficinas de Comercio que, según los funcionarios, son las que están al frente de eso, pero la respuesta siempre es la misma, hay que esperar a que entren los materiales. Llevo casi cuatro años en una incertidumbre agonizante”.

Para Esther Liliam Morgado, habanera, sería muy bueno creer que esta nueva variante con tarjetas electrónicas pondrá punto final a la corrupción que tiene dominados a los puntos de ventas. “Hay dos opciones, o se detiene la maraña con los Bancos de por medio, o se duplica el robo y continúa perjudicándose la población. Llevo tres años esperando los materiales para empezar la construcción de mi casa, pues mi esposo y yo somos impedidos físicos. En ocasiones nos han entregado un poco de cemento y ladrillo, pero nunca llegamos a la cantidad suficiente”.

“Desde que el huracán Irma hizo volar el techo de mi cocina en el 2017 y corrompió varias paredes de la casa, pasaron dos años para poder arreglarlo, luego de mucho sacrificio. A finales del 2019, logramos terminar y me agoto solo con recordar todas las vueltas que di buscando los medios que entraban un día , y sin explicación alguna, se agotaban al siguiente”, cuenta Kenia López.

“Generalmente, no hay en los rastros los materiales asignados para subsidiados o damnificados”, añade Vicente Molina. Es por eso que se pasan años para levantar paredes y reparar techos. Los mismos trabajadores se los roban y los venden por la izquierda. Es el caso, por ejemplo, de los ladrillos, los sacos de cemento, las gravillas, o las planchas de metal. No hay en las tiendas, pero sí en el mercado negro.”

La aplicación de dicha medida se iniciará por los municipios cabeceras de Mayabeque, Cienfuegos, Santiago de Cuba, Guantánamo e Isla de la Juventud. Asimismo, se extenderá hacia todos los municipios de La Habana a partir del próximo abril y en mayo, llegará a los municipios restantes del país.

Texto y fotos: Lucía Jerez

Puede leer también: La utopía de comprar una casa en Cuba


 

¿Quieres reportar algo? Envíanos tu información a:

corresponsal@cuballama.com

Leave a comment