Desde diciembre se detectó el insecto conocido como “trips de las flores” en las plantaciones de frijoles. No es hasta ahora que se declara como plaga
Ya está anunciado el déficit de frijoles para el próximo semestre. El gobierno no tarda en justificar la escasez por la presencia de una “plaga”. Según informó el Ministerio de la Agricultura, de 22 mil hectáreas sembradas solo se pudieron proteger con fertilizante el 16% y con plaguicidas químicos el 15%.
La situación con esta plaga en los frijoles tiene alarmados a todos los campesinos del país que rezan porque su cosecha no corra con la misma suerte. José Eduardo, pequeño agricultor de la provincia de Mayabeque, vive con el miedo de perder su parcela sembrada con este grano. “Varios guajiros de la zona ya la han sufrido y dicen que acaba por completo, no se logra nada”.
“Ya a mí me atacó”, relata Armando, de la provincia de Matanzas. “La planta pierde primero su color verde original, se pone amarillosa y después coge la flor y la vaina cae antes de tiempo sin que llegue a terminar el proceso. Perdí todo, no sé salvó nada”.
El Megalurothripsusitatus, nombre científico del insecto conocido como “trips de las flores de frijol”, parece ser ahora el causante de la ausencia del frijol en las mesas cubanas. En diciembre de 2019 fue detectado ya en las plantaciones de frijoles, pero no se reportó como plaga al considerarse que “no rebasaba el umbral económico de daños”.
Yojan García Rodas, Jefe de Departamento de Cultivos Varios del Ministerio de la Agricultura, precisó que los territorios más afectados son Pinar del Río, Artemisa, Mayabeque, Matanzas, Villa Clara, Cienfuegos, Sancti Spiritus y Ciego de Ávila. Exactamente 13 mil 533 hectáreas presentan daños considerables, y de estas “se han dado de baja y han sido demolidas sin llegar a ser cosechadas 7 mil 792 hectáreas”.
“La cosecha de frijol tiene un ciclo de 90 días aproximadamente, desde que se siembra hasta que se cosecha”, explica Rauldel, campesino que sufrió la amarga experiencia de perder su cosecha. “Las plantan nacen bonitas. No les ves nada hasta que empieza a florecer, a los treinta y pico de días. Me volví como loco cuando vi que se me estaban muriendo; dijeron que buscara un control químico llamado thips palmi pero no lo encontré. La gente de Acopio ni vino a preguntar”.
Por el momento, Cuba enfrenta la plaga con insecticidas naturales y químicos. Además hay un programa de siembra de frijol Caupí o Carita en la campaña de primavera, “con destino al consumo social”, aunque este tipo de producto no posee buena aceptación entre el público nacional.
Hace tiempo se anuncia en las calles la pérdida del grano. “En la bodega ya no quedaba por la libre”, comenta Alicia. Dice haberse sorprendido cuando el dependiente le enseñó los sacos vacíos. “Es que la gente comenzó a comprar por cantidades preparándose para lo que se avecina”, añade mientras sale en busca de al menos, una libra para hacer hoy un potaje, quizás el último de la temporada.
Texto y foto: Vladia Rosa García
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