Por estos días se pueden ver en La Cabaña los libros más pequeños del mundo
Los libros más pequeños del mundo son ahora de los principales atractivos de la 29 Feria Internacional del Libro de La Habana. Una creación peruana que llega a Cuba para llamar la atención de los visitantes y despertar ciertas inquietudes entre los que se llegan al stand ubicado en el sector D de la Fortaleza de La Cabaña.
“Son hechos a mano”, es lo primero que dice Lisandra, una de las trabajadoras de Minibooks cuando le preguntan sobre los libros más pequeños del mundo. Según cuenta, desde 1970 comenzaron está producción que exhibe más de 300 títulos con temáticas diversas: negocios, deporte, salud, humor, astrología, y novelas y cuentos de la literatura universal. A pesar de su tamaño, son completamente legibles.
“Es algo increíble”, asegura una señora que observa sorprendida los libros. “Son para leer pero parecen de adorno. Uno no se imagina que puedan escribir en unas páginas tan chiquitas. Este tipo de cosas son de las que todos debieran llevar como recuerdo a casa”.
La fórmula precisa de su creación es un secreto. “Eso no lo decimos a nadie. Se ha transmitido de generación en generación y gracias a lo cuidadoso que hemos sido nos ganamos el reconocimiento en varias partes del mundo. Tratamos de llevar una forma diferente de lectura y nunca nos ha defraudado”, me aclaran.
Para la población cubana, que desde hace un tiempo acostumbra a ver libros similares en otras ferias turísticas, la curiosidad no deja de atraerles. “Sucede que existe tanta variedad que uno se queda como en shock. Puedes encontrar lo mismo que en el resto de los pabellones y hasta mejor. Da más placer tener una carátula diminuta en frente que un libro de tamaño normal; ese lo puedes obtener en cualquier momento”.
“Me habían hablado de los libros minimalistas pero es la primera vez que los tengo enfrente. Pasé y ni los toqué por miedo a que les sucediera algo. Se ven tan pequeños que parecen de juguete y da miedo romperlos. Sin dudas es increíble. Yo diría que hasta mágico para quienes disfrutamos el mundo de la lectura”, comenta Sergio, un estudiante universitario.
Los trabajadores de Minibooks añaden que no existen en otra parte del mundo personas que se dediquen hacerlos, todos provienen del mismo lugar y “sabemos que más chiquitos que los nuestros es imposible que aparezcan”.
Muchos catalogan estos ejemplares que hoy están en el sector D de la Fortaleza de la Cabaña como la octava maravilla del mundo moderno, por el prestigio y la popularidad que ha alcanzado este producto latino.
Texto y fotos: Vladia Rosa García