En apenas 24 horas, Turquía ha vivido momentos muy dramáticos. Un accidente en un aeropuerto y un alud en las montañas, que sepultó decenas de personas.
Turquía ha tenido unas 24 horas de puras desgracias. Hace tan solo unas horas diversos medios daban a conocer que un avión se partió en tres pedazos mientras aterrizaba en el segundo aeropuerto en importancia de Estambul, capital del país. Ahora, se sabe que un alud de nieve sepultó a varias personas en las montañas del este del país.
La tragedia en la montaña es incluso más grave y dolorosa. Cuando un grupo de aproximadamente 300 rescatistas se encontraban intentando salvar la vida de aquellos que quedaron sepultados por la nieve, otra avalancha – o alud – bajó de la montaña y sepultó a estos últimos.
La cifra de desaparecidos no es clara. Se sabe por referencias de testigos que pudieran ser “decenas de personas”, y se dice que hasta el momento hay 33 muertos; pero la cifra pudiera aumentar.
Las autoridades dijeron que 26 rescatistas murieron, 53 resultaron heridos, pero todavía hay personas enterradas bajo la nieve; entre ellas las cinco sepultadas en el primer alud que viajaban en una topadora de nieve y un minibús cuando fueron sorprendidos por el alud y sepultados el martes por la noche. De ese grupo, todavía dos personas están desaparecidas. Siete pasajeros del minibús y el conductor de la topadora escaparon con vida. Fue precisamente este último quien dio el aviso, tras estar 25 minutos atrapado bajo la nieve.
Bahattin Karagulle dijo que logró romper una ventana y escapar, en lo que deben haber sido los minutos más angustiosos de su vida.
Según el gobernador local, Mehmet Emin Bilmez, otros 30 miembros de los servicios de emergencias fueron rescatados de entre la nieve y hospitalizados. No había más información sobre su estado.
El hecho ocurrió cerca de la localidad de Bahcesaray, una localidad rodeada de montañas en la provincia de Van, frontera con Irán, y ha sido el alcalde de Bahcesaray, Meki Arvas, quien dio la cifra de rescatistas fallecidos.
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