Algunos cubanos aseguran que crecieron tomando guarapo. Otros lo toman para mitigar el calor y hasta dicen que influye en la virilidad de los hombres
Salir del trabajo y pasar por la guarapera es ley. “El calor hay que apaciguarlo de alguna manera”, exclama un señor mientras bebe del vaso más grande que ofrece este comercio ubicado en un extremo de Nueva Gerona, Isla de Juventud.
Guarapo, así le llaman en Cuba al jugo que se obtiene de moler la caña de azúcar y que es muy frecuente encontrarlo a lo largo y ancho de todo el país.
Según cuentan, el guarapo llegó gracias a los españoles y rápidamente, por ser la caña de los principales cultivos de la región, se propagó su preferencia por todo el territorio. Prepararlo no tiene grandes complicaciones, solo un trapiche, muchas veces de confección casera para moler, y un poco de hielo frappé para que esté bien frío.
“Es como una inyección de adrenalina. Con eso tienes energía para todo el día y el gusto que deja no desagrada. Pero eso sí, hay que tomarlo al momento porque de un día para otro pierde las propiedades”, asegura Melecio, quien es oriundo de la provincia de Holguín y dice que creció tomando guarapo.
El costo de este trago natural oscila entre los 2 y 5 CUP, en dependencia del tamaño del recipiente que se elija. Muchos cubanos prefieren el guarapo por encima de otros jugos naturales de frutas porque aseguran que después del agua, “solo el guarapo quita la sed y da fuerzas suficientes para continuar el camino”.
“Yo he acostumbrado hasta a mí familia y cada vez que tenemos un tiempo pasamos a comprar un vasito. No sabría cómo explicar el gusto que tiene, sencillamente es rico y he escuchado que para la salud también es buenísimo, por tanto, ¡que venga guarapo!”, comenta Ramiro.
Para la Medicina Natural y Tradicional, el jugo de caña es saludable por la abundancia de proteínas, vitaminas, calcio, hierro, fósforo, glucosa y ayuda a rehidratar el cuerpo. De ahí la importancia del guarapo en el archipiélago cubano.
Cristino refiere que una vez se desmayó y eso fue lo que le dieron para reanimarlo. “Estamos acostumbrados a tomar agua con azúcar porque es lo que más fácil conseguimos pero a quien le llenen la boca de guarapo se para del suelo enseguida, que fue lo que me sucedió a mí”, cuenta mientras ríe a carcajadas.
Otra de las propiedades que se le atribuye es influir en la virilidad de los hombres, pero no todos lo creen. “La vieja siempre me dijo que los machos tomaban eso para responder en cualquier momento. Pero creo que es más cuento de campo que realidad. Aun así, muchos piensan que es cierto y si no se toman una buena jarra en el día no son nadie”, manifiesta Ernesto, de 49 años.
En el país existen guaraperas distribuidas por la mayoría de las provincias. Hay las que tienen tradición rural y presentan plantaciones de caña. Lo cierto es que todo cubano debe ser testigo del diferente y agradable sabor de este elixir tropical.
Texto y fotos: Vladia Rosa García