¿Se acabarán los problemas en Cuba con las almohadillas sanitarias? Gobierno dice tener financiamiento de cinco millones de dólares para el primer semestre del 2020

Todo indica que durante unos meses no habrá problemas con la producción de almohadillas sanitarias. Al menos, eso quiere aparentar el gobierno cubano quien asegura tener el financiamiento de cinco millones de dólares para el primer semestre de este año. ¿Será esta la solución a las dificultades con el abastecimiento de las tan demandadas íntimas?

“Lo normal es que vengan con retraso o sencillamente no entren a las farmacias por varios meses. En el año recibes la mitad de los paquetes que tocan por la libreta porque siempre hay algún problema con la fábrica y luego no te los reponen”, reclama una joven de 17 años.

En varias ocasiones, Mathisa, la Empresa de Materiales Higiénicos-Sanitarios, encargada de la distribución de las almohadillas sanitarias ha estado en el punto de mira de los ciudadanos. Sus mayores desaciertos se han debido a las situaciones de desabastecimiento y el incumplimiento de la entrega a tiempo en los diferentes puntos de venta.

En marzo del 2018 la prensa oficialista anunció el alto en la producción de las almohadillas por un mes a consecuencia del faltante de materias primas. “La estrategia adoptada ha sido acelerar la fabricación de algodón de 150 gramos”, explicaba en esa fecha la directora general de Mathisa, Emma Hernández Ibarra. Alternativa a la que se ha recurrido en varias ocasiones desde entonces.

“Con las íntimas siempre es un cuento diferente. Últimamente debes tener guardado los CUC para comprarlas en las tiendas. Ahora todo es el algodón, con lo incómodo que es, además a algunas nos hace daño provocando irritación vaginal. Deberían pensar en eso antes de enviarlo. Si seguimos así, volveremos a las compresas con trapos de tela como en el tiempo de mi abuela”, declara Susana.

Aun cuando “el dinero” para respaldar la elaboración se encuentra disponible, aparecen otros “obstáculos” como la transportación, las condiciones de los camiones y el arribo de materiales necesarios para la confección del producto provenientes de España, Italia y China.

Una de las dependientas de la farmacia de Línea y L reconoce que ellos en reiterados momentos han tenido dificultades. “La mayoría de las veces la situación es a nivel de país, no es culpa nuestra y eso no lo entiende la gente. Si la empresa no manda el cargamento, no hay. Si los distribuidores de medicamentos tienen problemas con los carros, entonces se retrasa. El proceso es una cadena en la que depende uno del otro”.

Marla, de 23 años, considera que además de una producción constante es necesario mejorar la calidad de este producto. “No es que sean buenas. Todo lo contrario. Tienen poca capacidad de absorción, un pegamento que no fija y hace que se te corra mientras caminas. Algunas no traen alas pero tampoco pegan lo suficiente. Las mujeres con abundante menstruación deben gastar por lo menos cinco diarias y no da la cuenta”.

Cada paquete contiene 10 unidades y dan dos para cada mes. Para Leticia, eso no alcanza ni para empezar. “Los revendedores lo venden a 1 CUC. Donde no se puede ir es a la shopping. Te puedes caer del infarto al ver como algo tan sencillo y necesario puede costar de 4 a 6 CUC, cuando las encuentras… porque también se pierden”.

Texto y fotos: Vladia Rosa García


 

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