Son muchas las cosas que todo turista que viaja a Cuba tiene que hacer. Entre ellas, sin dudas, tomarse un mojito, fumar un puro, bailar y…
¿Sabes cuáles son las siete cosas que todo extranjero tiene que hacer si visita Cuba?
Seguramente ni te has puesto a pensar en ello, pero la realidad es que, a pesar del relativo pequeño tamaño que tiene la isla si, por ejemplo, la comparamos con EE.UU., Brasil, China, Canadá, en Cuba se pueden hacer muchísimas cosas, muchas de las cuales son como un ritual para los extranjeros.
En un post posterior me referiré a las cinco – o seis, o siete – ciudades que todo extranjero que visita Cuba debe conocer; o a los siete mejores lugares de Cuba, pero en esta ocasión he querido ir un poco más hacia “las actividades” y no hacia el tiempo libre, que aunque parezca lo mismo, no es igual.
Empecemos.
- No se concibe que viajes a Cuba si no degustas un plato de comida cubana. Eso es un 100×100 del manual de todo viajero. Cada país que visites debes disfrutar de su cocina autóctona. ¡Con mesura! ¿Eh? Con mucha mesura, porque en México, por ejemplo, la comida es bastante picante y a no pocos turistas les ha arruinado al menos dos o tres días de vacaciones. En el caso de Cuba, está claro que un plato de congrí, con carne de cerdo, tamales, una yuca con mojo y un aguacate pinta de maravilla; pero también puedes disfrutar de la ropa vieja, o de la harina con jaiba.
- Fumarte un puro: ¿Qué vas a decirle a tus amigos que nunca han ido a la isla, si te preguntan que si te fumaste un buen habano? ¿Que no? ¡Es inconcebible! Si visitas la tierra del mejor tabaco del mundo, es lógico que por lo menos des un par de buenas bocanadas a un buen puro cubano. ¿Verdad?
- Bailar y/o escuchar música cubana. Un país que es, junto a EE.UU. y Brasil uno de los tres grandes aportadores de géneros musicales en la historia de la humanidad, es imperdonable que viajes a la isla y no dediques al menos una noche a bailar. Puedes escoger tantos ritmos que ni siquiera te has detenido a pensar que son cubanos. Ojo, ¡tienes que bailar con un cubano!, sino el asunto no tiene gracia alguna.
- Tomarte un mojito: Si fuiste a Cuba y no degustaste un mojito puedes hacerte la idea que no hiciste nada. Es más, viajar a Cuba y no probar su excelsa coctelería es un pecado mortal. Cubalibre, Ron Collins, Mojito, Daiquirí,… ¡son tantos!, y cubanos todos… pero sin dudas el Mojito es el Rey. Un detalle, si el barman que se lo prepara no macera la hoja directamente con el azúcar y por el contrario, le añade un poco de limón para facilitarse el trabajo, dígaselo. No es lo mismo una hierba buena triturada con el azúca, que “aplastada chapuceramente” con el limón y el azúcar.
- Montarte en un carro americano: Cuba es reconocida como un auténtico museo rodante de autos americanos. Están donde quiera, sobre todo en la parte de afuera de los hoteles. Es una experiencia inigualable sentarte en un auto americano antiguo y dar una vuelta por la ciudad en que te encuentres. Ojo, si luego de la experiencia no te fotografías junto al auto… es como si no hubieras montado.
Yo, lo hubiera dejado aquí; pero sería imperdonable no hablar de otras cosas que todo el que va a Cuba hace.
6. Ir a una playa. Hay para escoger tantas como Ud. no tiene idea. El asunto es ir; disfrutar de la brisa del mar; y es una actividad que puede hacerse combinando alguna de las anteriores, porque tomarte un mojito en la playa, y fumarte un buen puro cubano mientras lees un buen libro, es de un placer inigualable.
7. Aprender a hablar un poco el español. Este es un consejo para los que no son hispano hablantes. Cuba, al ser un país de habla hispana, si lo visitas, cuando te vayas, como mínimo debes aprender a decir “Adiós”, o “Hasta Luego”; pero antes deberás aprender, sí o sí a decir, “Gracias”, “Por favor” y “Un poco más de ron”.