Desde mayo de 2017 no funciona el tramo que unía Casablanca con la ciudad de Matanzas. Muchos que lo usan habitualmente temen porque el tren de Hershey desaparezca

“Este tren de Hershey es una auténtica reliquia, casi un museo andante”, así se refirió el diario Granma a esta antigua maquinaria, en los últimos tiempos sumergida en el deterioro. Tal vez por eso, muchos temen la desaparición del aparato tras la pérdida de la ruta habitual que conectaba a la ciudad de Matanzas con el poblado de Casablanca, en La Habana.

De acuerdo con lo publicado por Granma, “el 1ro. de mayo de 2017, en horas del mediodía y con unos cien pasajeros a bordo, partió de la ciudad de Matanzas con destino a Casablanca, en La Habana. Fue la última vez que los matanceros vieron el legendario convoy”.

El convoy, único de su tipo en el país por su característica de rodar gracias a la electricidad, conquistó las vías férreas desde el pasado siglo y aún continúa siendo el medio de transporte idóneo para conectar pueblos como San Juan, Dos Bocas, San Mateo, Río Blanco, San Adrián, Concuní, u otros bastante alejados de la Vía Blanca y de la Carretera Central.

“Para llegar a nuestra casa no existe otra vía directa. Si no, tenemos que coger varias máquinas y gastar una millonada de pesos que la mayoría no tenemos; somos personas humildes, dedicadas a las tareas del campo. Además, siempre necesitamos cargar con bultos, y no conocemos otra forma de llevarlo todo”, comenta Ángela, quien vive en Río Blanco y es estudiante universitaria.

El equipo de Cubacomenta se comunicó a través de una llamada telefónica con la estación de Hershey en Mayabeque. Nos aseguraron que, por el momento, no se suspenderán por completo los viajes. Solo algunos tramos debido a las dificultades con el tendido eléctrico en el interior del recorrido. El próximo trayecto a eliminarse será el de Río Blanco, según informan.

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Alfredo Hernández Ruiz, director adjunto de la Empresa Ferrocarriles de Occidente, en la provincia de Mayabeque, declaró a la prensa oficialista que “en estos momentos no existen los recursos suficientes para rehabilitar de forma total el vetusto tren de Hershey”, por tanto continuarán las dificultades.

Hernández Ruiz agregó, no obstante, que Ferrocarriles de Mayabeque “pretende restablecer en los primeros meses de este año el tramo entre el poblado de Hershey, punto intermedio, y la estación de Playas del Este”. Para más adelante “procurarán completar el trayecto que separa a Minas Margot de la ciudad de Matanzas”.

“Si siguen acortando poco a poco los tramos, no quedará ninguno pronto. Nuestro país fue pionero en los ferrocarriles y ahora no tiene como mantenerlos. Un problema que se arrastra desde hace tanto aún carece de respuestas convincentes. Quitarlo no es la opción, pero como ninguno de los dirigentes lo coge, a nadie le importa”, reclama Teresa, residente en San Juan.

El tiempo no perdona. La gestión del Estado se olvida de rescatar un patrimonio de la vida cotidiana. En 2011 ya a esta línea de vagones, que datan de 1944 y fueron donados por la ciudad de Barcelona a Cuba, le costaba alcanzar los 20 kilómetros por hora. En la actualidad el panorama no dista mucho de aquel tiempo.

“Algunos criamos a nuestras familias allá arriba: dormimos a los niños de camino a La Habana para buscar comida, pasear o vender algunas cosas. Hershey es la historia de los campos cubanos que van a dejar morir”, comenta Armando, un pequeño agricultor

Para quienes acostumbran a cogerlo, la demora nunca fue una traba. “Al menos sabías que llegarías a casa”. El verdadero inconveniente está en el desinterés del gobierno, la constante falta de recursos, materiales y sobre todo, los pocos deseos de hacer. El reloj va en contra y ni siquiera en los reiterados convenios con países desarrollados en esta rama como China parece estar contempladas inversiones para el decadente Hershey.

Vladia Rosa García


 

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