¿Cuál es el proceso para conseguir un implante dental en Cuba? Un especialista asegura que no están disponibles para una gran parte de la población

Uno de los rasgos físicos que más preocupa a la mayoría de los seres humanos es la dentadura. Decía una señora de mi barrio que nadie sabe lo que es poder reírse con espontaneidad sin la preocupación de tener que llevarse la mano a la boca para disimular la ausencia o el deterioro de alguna pieza.

Aunque por cuestiones biológicas o concepciones erradas, la gente piense que los dientes deben comenzar a dar los problemas más serios en la tercera edad, esto es relativo y hay quien, desde la juventud debe aceptar la pérdida o depauperación de ellos. En este punto, los implantes han llegado como la tabla de salvación en la que muchos ven la solución a sus complejos, a sus asuntos de belleza o a problemas de salud. Cumplen un objetivo estético en la vida de cada paciente, pero también una función orgánica.

En Cuba, país donde “los servicios de salud son gratuitos, pero cuestan” -consigna que ahora ha puesto de moda el MINSAP-, la implantología es un recoveco al que pocos pueden acceder con facilidad.

Susel tuvo que pagar 150 CUC o 2500 por un diente que perdió tras un accidente de tránsito. “Luego de recorrer, llamar a médicos, regalar presentes, e implorar una solución, porque soy joven y eso estaba acabando con mi autoestima, logré que por la izquierda me resolvieran un turno y me lo pusieran. Claro, con mucho dinero por el medio”.

Celia Lugo cuenta que en su caso, por tratarse de unas muelas, tuvo que abonar 100 CUC por cada una. “Tenía lesiones y no fui capaz de soportar un puente fijo que era la primera opción. Me pusieron en contacto con un estomatólogo que tenía ese negocio y bueno, resolví”.

El implante dental en Cuba, según un especialista

Sobre los pormenores de conseguir un implante dental en la mayor de las Antillas, le habla a Cubacomenta un profesor de la Facultad de Estomatología de La Habana Raúl González Sánchez, quien prefirió mantener el anonimato.

El tema de la implantología está bastante cerrado a la población. Obviamente por la falta de recursos sería la última elección para la rehabilitación de los dientes. Primero se hacen otros tratamientos como prótesis removibles (las mal llamadas planchas), puentes fijos, coronas, espigas, etc. Estos son menos costosos para el país, pero tienen la desventaja que no son tan duraderos y en el caso de la prótesis parcial removible con el paso del tiempo va perdiendo estabilidad, soporte y retención. Con estos desajustes vienen las úlceras en la mucosa dental, estomatitis subprótesis, entre otras patologías que pueden poner en peligro la vida del paciente. Por lo que el implante dental a pesar de los requisitos que lleva para colocarlo es la mejor vía de rehabilitación protésica.

Para decidir si un convaleciente será beneficiado con esta técnica se requiere de un exhaustivo estudio que pasa por varias fases, nos refiere el especialista: Es importante decir que alguien está apto para colocarse uno a partir de los 18 años, cuando la mandíbula y el maxilar están en perfectas condiciones y ya está totalmente la calcificación y maduración de la cavidad bucal.

El tópico es muy abarcador, hay mucha bibliografía por donde estudiar y técnicas novedosas para su implementación; por supuesto, existe un protocolo a seguir para la colocación. No se le debe aplicar a quienes padecen de diabetes mellitus, pues los tejidos no están bien oxigenados y no ocurre una buena cicatrización para un cuerpo extraño(implante). Tampoco es permitido en personas con enfermedades debilitantes como leucemias, discrasias sanguíneas, etc. Igualmente requieren extremo cuidado los cardiópatas y medicados con anticoagulantes orales.

Precisamente en los trámites de selección es donde afloran con mayor frecuencia los negocios por la izquierda. La mayoría de los que tienen el presupuesto y la urgencia no tardan en ofrecer sus recompensas.

El procedimiento a seguir pasa por canales muy irregulares por decirlo así. Existen varias consultas a nivel nacional. En La Habana radica en la Facultad de Estomatología Raúl González Sánchez, y por ser un método costoso para el país, los solicitantes se filtran por medio de una comisión de personas, supuestamente calificadas, para ver quién es apto y quién no. Por lo que no está disponible para una gran parte de la población.

Es verdaderamente un tratamiento caro. Están fabricados de materiales que el organismo en el 98% de los casos los reconoce bien y los adapta perfectamente a su metabolismo, lo que lo hace tener un gran precio en el mercado internacional. Cada kit de implantes viene con una numeración única para cada paciente y es importante conocer el número para poder cambiarlo con el paso de los años si se deteriora.

Por todos estos factores es que el acceso es reducido. Los servicios de salud son gratuitos, controlados por el gobierno. Se mantiene el concepto de equidad en lo alto y ante el mundo, haciendo ver que somos una potencia médica, lo cual no se pone en duda, pero solo en conocimientos. Para serla en otros términos habría que girar la salud cubana a otro punto de vista.

Lucía Jerez


 

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